lunes, 25 de junio de 2012

Abu.

Hola, abu.
¿Recuerdas las cosquillas en la espalda y en la tripa? ¿Y las sesiones de peluquería en casa? O las nocheviejas donde me decías "como te brillan los ojos" tras beber una copita de champán. Cuando me pelabas las gambas y yo te llenaba de confeti . Esas tardes en el parque de historias y pipas. Qué lejos han quedado las mañanas que nos recogías en el colegio. Hay que ver como hemos crecido y qué rápido ha pasado el tiempo.
Creo que nunca te he dicho que tus abrazos son los mejores del mundo, donde no hacen falta palabras para decirnos lo mucho que nos queremos. Porque contigo me siento protegida y sé que no puede pasarme nada malo, que tu defenderás a tu brujita de cualquier peligro.
¿Sabes?, esto tampoco te lo dije, pero hace dos años tuve que hacer una redacción para Inglés sobre una foto. Escogí una en la que salíamos tú y yo, una nochevieja más, en ella explicaba lo importante que eres para mí y realmente no recuerdo mucho lo que escribí pero sí las palabras del profesor: "Con lo dura que pareces, y como me has emocionado escribiendo".
Y es que admirarte es poco. Has sido una persona que lo ha dado todo por su familia, siempre pendiente de que no le faltara de nada, dispuesto a ayudar en cualquier momento. 
Me alegro de haber heredado tu carácter y tu sensatez. Y no sabes lo orgullosa que estoy de ti, de formar parte de esta familia y de los valores que entre todos me habéis inculcado, porque muchas personas no pueden decirlo, pero he tenido una infancia muy feliz donde tu apareces en gran parte de esos recuerdos.
Ahora es mi turno hacer que tú te sientas orgulloso de tu nieta, y voy a luchar como tú has luchado toda tu vida. 
Que sepas que nadie reemplazará esos abrazos que me das, porque son únicos en el mundo.
Y esto tampoco te lo he dicho nunca, aunque ya lo sabes, pero te quiero mucho, iaio.

No sabes lo que te voy a echar de menos...